Un Boca contundente cerró la Liga Profesional de Fútbol con un triunfo ante Independiente

El «Xeneize» de Almirón recién pateó al arco por primera vez en el complemento y le bastó para abrir el marcador y enseguida poner el 2-0.

Un Boca contundente cerró la Liga Profesional de Fútbol con un triunfo ante Independiente

A días del inicio de la serie de octavos de final contra Nacional de Uruguay por la Copa Libertadores, Boca fue contundente y se impuso este sábado 2-0 ante Independiente en Avellaneda, en el marco de la última fecha de la Liga Profesional de Fútbol.

En el Ricardo Bochini, Exequiel Zeballos puso el 1-0 tras una grandísima jugada de Frank Fabra a los 71 minutos, en el primer remate al arco de la visita. El «Rojo» tuvo el empate con un penal que Romero le atajó a Martín Cauteruccio; y seis minutos después de la apertura del marcador, Valentini decretó el 2-0.

En la misma jornada que se oficializó el arribo de Edinson Cavani, Boca prolongó su buen presente con la cuarta victoria consecutiva en la LPF, que se combina con otro triunfo por Copa Argentina.

Antes de asumir su serie de octavos de final de Copa Libertadores ante Nacional de Montevideo, el «Xeneize» concluyó su participación en el torneo local con la aceptable producción de 44 puntos, que lo confirman en zona de clasificación para las copas internacionales del año próximo.

Independiente, en cambio, quedó en el fondo de las posiciones con 28 unidades, a seis de Huracán, el equipo que hoy perdería la categoría por tabla anual.

El equipo de Ricardo Zielinski sufrió su tercera caída en cuatro partidos y fue despedido con recriminaciones de un público que colmó el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini.

Resumen de Independiente 0 – Boca 2

Sin descollar, más bien a base de actitud, Independiente plasmó su superioridad en el primer tiempo ante un Boca relajado, que no mostraba la misma intensidad que su rival para la disputa del clásico.

Empujado por la gente, el «Rojo» se hizo cargo de su localía y fue en busca de la victoria, con sus limitaciones a cuestas. El uruguayo Martín Cauteruccio, su goleador, se vistió esta vez de armador de juego para propiciar las mejores ocasiones del equipo en la primera parte.

De sus pies surgieron dos habilitaciones para Braian Martínez, quien no pudo vulnerar a un «Chiquito» Romero decidido a convertirse en una de las figuras de la tarde-noche en Avellaneda.

Boca cambió su fisonomía táctica en relación al anterior partido frente a Newell’s (2-1). El juvenil Valentín Barco volvió al lateral izquierdo, Norberto Briasco y Darío Benedetto se sumaron al uruguayo Miguel Merentiel en la delantera, pero el equipo no tuvo profundidad.

En el mediocampo, la dupla Iván Marcone-Sergio Ortiz prevalecieron sobre «Equi» Fernández y un desconocido Alan Varela, que espera por la resolución de su pase al Porto de Portugal.

Almirón cambió en el segundo tiempo: el colombiano Frank Fabra ingresó en el lateral izquierdo, Barco se adelantó y Briasco dejó la cancha tras una floja primera parte.

Independiente mantuvo su tendencia dominante en un ambiente enardecido por un público que percibía la factibilidad de ganar el clásico. Sin embargo, en los 20 minutos finales, después de la segunda ventana de cambios en Boca, el clásico dio un giro inesperado.

Fabra gestó la apertura del marcador con una jugada brillante. Recibió un pase de Valentini a la carrera, desairó a Báez con un «sombrerito» y le cedió el gol al «Changuito» Zeballos, quien se reencontró con la red tras un año.

Enseguida dispuso Independiente la gran chance para el empate con un penal gentileza de Benedetto, quien tocó la pelota con la mano en una barrida dentro del área. Si algo le faltaba a «Chiquito» Romero para confirmarse como figura era negarle el 1-1 a Cauteruccio, como sucedió.

Y como si no fuera suficiente, minutos después llegó el 2-0 de Boca con un cabezazo de Valentini tras un tiro de esquina que ejecutó Zeballos.

Frustrado por la sumatoria de golpes, los hinchas de Independiente reaccionaron contra la Comisión Directiva. El presidente Néstor Grindetti y el director deportivo, Pablo Cavallero, fueron los blancos elegidos para descargar el enojo.

Con el pitazo final, los jugadores tampoco quedaron exentos y escucharon el hiriente «que se vayan todos», mientras los hombres de Boca celebraban la victoria con «Chiquito» Romero en el centro de los festejos.

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