La mayoría de los especialistas se mostró de acuerdo con la no obligatoriedad del uso del tapaboca al aire libre, pero cuestionó el regreso de los eventos masivos, los boliches y el no aislamiento de turistas que ingresen al país.
Hace meses que la gente circula sin barbijo en NY debido a la alta tasa de vacunación.
La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, anunció hoy una serie de medidas sanitarias a partir del mejoramiento de la situación epidemiológica en la Argentina. Acompañada por el nuevo jefe de Gabinete, Juan Manzur, comunicó que dejará de ser obligatorio el uso del tapaboca al aire libre, confirmó la vuelta de los boliches y eventos masivos para vacunados, y la autorización del ingreso a extranjeros. Pero ¿qué opinan algunos infectólogos sobre este ablandamiento de las restricciones? ¿Son estas medidas riesgosas para la población y podrían ocasionar un posible rebrote en el país?
Se habló al respecto con cuatro infectólogos que dieron su parecer sobre las medidas anunciadas y bajo un criterio meramente médico. La infectóloga Elena Obieta (M.N. 76.451) se mostró preocupada: “No debemos olvidarnos que tenemos nuevas variantes, como la Delta, que es de preocupación y que puede instalarse, independientemente del esquema completo de vacunación de la población. Ya ha habido rebrotes en todo el mundo, en países con altos índices de inmunización, pero donde también se registraron importantes aumentos de casos de covid tras el relajamiento social. No es que uno quiera ser pesimista, pero queremos poder seguir sosteniendo esta alegría epidemiológica”.
Para la especialista, esta pandemia “no se acabó” y eso supone seguir siendo cuidadosos: “Si se hubiera acabado, tendríamos 0 casos. Jujuy es un claro ejemplo de lo que puede pasar: estuvieron cien días sin nuevos casos y de golpe, cuando todo iba a volver a la normalidad, surgieron nuevos contagios. Que esto no nos agarre desprevenidos. Tenemos que seguir con el barbijo puesto en lugares cerrados y mantener la distancia si sabemos que estuvimos expuestos. Si una persona tiene síntomas o sabe que fue contacto estrecho de un infectado, debe quedarse aislada sí o sí porque si no, no vamos a terminar más con esta pandemia”, advirtió.
Para concientizar sobre las posibles consecuencias de estas medidas, Obieta recordó lo que sucedió en Boston (una reunión social de 175 personas provocó 330 mil contagios covid) -con más de un 70% de la población con el esquema completo de vacunación-, donde tuvieron un rebrote de contagios con la variante Delta. “Las vacunas han demostrado su eficacia para prevenir los cuadros graves de la enfermedad por SARS-CoV-2, como muerte e internaciones, pero no para frenar los contagios”, argumentó.
La directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica, Analía Rearte, reconoció que “la pandemia no terminó”, pero aclaró -en diálogo – que “estamos en un momento de circulación viral muy baja, como al inicio de la pandemia”. En esa misma línea, sostuvo: “Terminamos el invierno con porcentajes de vacunación de población muy, muy alta, tanto con una como con dos dosis, con la población de mayor riesgo de tener enfermedad grave y morir superando el 80% de esquema completo (de inoculación) que son las personas mayores de 50 años, entonces en este momento estamos en una situación favorable para ir habilitando. De no tener aforo, se pasó a tener el 30 y luego el 70% de muchas actividades. Ahora estamos planteando que se cumplan las medidas de ventilación, distanciamientos, la utilización de barbijos en lugares cerrados, etcétera”.
En ese sentido, aclaró: “Desde el Ministerio seguimos monitoreando la situación epidemiológica muy de cerca”. Respecto a por qué no se publican los testeos diarios que se hacen en el país, dijo: “Estamos haciendo promedios semanales, pero se realizan unos 50 o 60 mil por día, dependiendo cada semana. Los porcentajes de positividad son muy bajos, de alrededor del 5%”. Según la especialista, muchas de las actividades que se van a permitir, como los viajes de egresados, “van a ir acompañadas de políticas de testeos”.
Además, aclaró que a partir del 24 de septiembre “todos los argentinos y extranjeros que viajen o regresen al país por motivos laborales, que tengan el esquema completo de vacunación y cumplan con las normativas vigentes de testeos, etcétera, estarán eximidos de realizar la cuarentena obligatoria”. Por último, reveló que a partir del 1 de octubre, se irán “liberando paulatinamente los cupos para volver al país”.
Por su parte, Bárbara Broese (M.N. 130. 018), infectóloga y miembro del Consejo Consultivo de Salud , señaló: “Algunas de las medidas me parecen acertadas y otras creo que van a ser muy difíciles de controlar. Tenemos el 44% de la población argentina completamente vacunada, lo cual sigue siendo un riesgo para el resto en lo que respecta a la variante Delta. Circular individualmente y sin barbijo al aire libre no implica un riesgo significativo, pero sí hay que apelar a la responsabilidad individual de que, si esa persona va a estar junto a otras, debe ponerse el barbijo. En el caso de las discotecas, ¿quién va a controlar los esquemas de vacunación de la gente, la distancia, etcétera?”, se preguntó con cierta indignación.
Tampoco se mostró de acuerdo con la medida que permite el ingreso de extranjeros: “La variante Delta no es exclusiva de los turistas, sino que corre para todo el mundo: para el que viaja por turismo y para el que lo hace por negocios. No entiendo demasiado la lógica ni el objetivo de esta distinción”, lanzó.
Para la infectóloga, algunas medidas son “polémicas” y argumentó: “Otros países con esquemas de vacunación completos -muchos más avanzados que el nuestro- tuvieron que volver atrás con las medidas por los rebrotes. Si bien la baja de casos es visible (lo vemos en los hospitales) no me parece el momento acertado para anunciar estas medidas. Los testeos a nivel nacional se tienen que informar porque son parte del boletín epidemiológico, pero no se están informando, es la realidad. Estos anuncios pueden dar la sensación de una falsa seguridad en la gente y eso puede ser peligroso. Además, por un lado, van a pedir el esquema completo de vacunación para ingresar a los boliches y por otro, habilitan los viajes de egresados cuando la mayoría de los adolescentes de 17 años no tienen las dos dosis aplicadas”.
Gerardo Laube (M.N. 51.819), infectólogo, pediatra, jefe de guardia del Hospital Muñiz y profesor titular de Infectología de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), : “Estas medidas deben ser consideradas en forma paulatina y de acuerdo con la realidad epidemiológica evaluada en forma permanente. Si no se acompañan con la participación y el compromiso social será difícil mantener aforos y cuidados en lugares cerrados. Se debe seguir enfatizando en los testeos y en la vacunación para poder monitorear y prevenir adecuadamente la circulación del virus, especialmente de las variantes de mayor preocupación”.
Por último, el infectólogo Antonio Montero (M.P. 8.249), expuso: “Algunas de las medidas están bien, pero otras son muy prematuras (por el número de vacunados en el país). Otras son, para mí, directamente desacertadas, como el ingreso de extranjeros al país, teniendo en cuenta que no hay reciprocidad con otros países y que nos van a seguir poniendo restricciones para el ingreso a sus naciones”.
En lo que refiere a la autorización para espectáculos, eventos masivos y discotecas, lanzó: “Me parecen medidas aventuradas. No son actividades prioritarias que la población necesite para sobrevivir. Con la variante Delta dando vueltas, se están tomando riesgos innecesarios. Esta puede instalarse y hacer un crecimiento explosivo como ocurrió en Inglaterra con el Freedom Day. Me parece que se está tentando al destino. Sí creo que sería prioritario avanzar con la vacunación en la población hasta lograr la inmunización completa, del 100% de los habitantes. Estas medidas son de riesgo, teniendo en cuenta que menos de la mitad de los argentinos está completamente vacunado”.
- Raro
- Asqueroso
- Divertido
- Interesante
- Emotivo
- Increible